domingo, 29 de enero de 2006

Nieva


La nieve por el día es preciosa. Aunque sólo sea por el hecho de que entorpece a los coches.
Parece como si, por un día, los fuertes, los dueños de la ciudad, estuviesen fastidiados.

Y eso me gusta.

Circulan despacio, inseguros, con una capa blanca sobre ellos que parece que les pesa cientos de kilos.

La nieve por la noche es especial.
Hace las calles más pequeñas. Suenan distintas. No están tan solas. Son más tranquilas.
Deberían ser siempre así.


Nieva

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi conexión a Internet tiene sentido desde que existe este rincón.

li