domingo, 21 de junio de 2009

domingo, 14 de junio de 2009

Cartas desde Madrid

Querida prima (ya no me acuerdo cómo te llamabas, hace mucho que no te escribo) ¿Cecilia? (tendría que haberte puesto un nombre más asturiano, ahora que me doy cuenta) ¿Xuanina?

Estoy pensando que no te vengas. Que los madrileños son muy raros.

Por ejemplo, esas expresiones tan estúpidas que tienen que no dicen nada como E lo que hay.

Es una expresión vacía pero multiuso.
Si no llevas el abono transporte con el plástico y la foto y el ticket no te pasa, el autobusero te lo va a pedir, como no lo llevas te va a hacer pagar el viaje, tú le vas a protestar y él te va a acabar diciendo: E lo que hay.

¿Qué cojones quiere decir E lo que hay?

Yo al principio pensaba que era una simple muletilla de esas que no tienen puta la gracia. Pero al final, en mi diccionario secreto de castellanoastur/madrileño-madrileño/castellanoastur le he dado el siguiente significado: Jódete y baila.

Ejemplo. Mi trabajo consiste -entre otras miles de cosas- en hacer que unos proveedores cumplan unos programas de entrega.
Pues bien, si están en atraso, es culpa mía.
Si están en adelanto, es culpa mía.
Si están justo en programa, mañana van a estar en atraso.
Si le digo algo a mi jefa. Ella me va a contestar: E lo que hay.

El Jódete y baila de toda la vida, vamos.

Pero hay otra que esa sí que no significa absolutamente nada.

Es la maravillosa, estúpida y digna de estudio Ya te digo.

Si tuviese que traducirla en mi diccionario inexistente tendría que dejar un espacio en blanco.

Ejemplo de conversación:

- Parece que hace calorcito ¿eh?
- Ya te digo


No, joder, el que lo dice soy yo, no tú.

Pero claro, para un madrileño esas expresiones tiene mucho sentido. Al fin y al cabo ellos son del Foro. O eso dicen.

- Yo soy del Foro
- ¿De aquí de siempre?
- Bueno, mi madre es de Burgos y mi padre de Cáceres, nos vinimos todos cuando yo tenía dieciséis
.

Del Foro, del Foro... ¡Del Foro de mis cojones!

Como mi primo, que cuando éramos pequeños nos llamaba provincianos. Su madre era de Puerto de Vega, su padre de Granada y el había nacido en el hospital de la Cruz Roja de Oviedo.

Porque aquí, cuando quieren criticar, utilizan mucho eso de la provincia. Como si fuesen romanos y nos hubiesen conquistado.
Una vez, iban por la calle los típicos chavales hablando a voces, y una pareja madurita que iba delante dijo: Estos son los típicos que vienen de provincias y llegan y se creen los Reyes del Mambo.
Sobra decir que los reyes del mambo estos tenían un acento de Vallecas que metía mieu per la cabeza.

Y es que lo de nacer en El Foro lo tienen por algo así como un título nobiliario.

De hecho, para remarcarlo, el lugar donde han nacido casi todos los madrileños coincide.
No es el Clínico, ni La Paz, ni el Ramón y Cajal. No. La mayoría de ellos han nacido en la confluencia entre la Calle del Carmen y la Puerta del Sol.

Sí, debajo los güebos del oso, como ellos dicen.

Paritorio municipal

viernes, 5 de junio de 2009

Tedio y asco en la empresa

En estos últimos días estoy asistiendo asombrado al funcionamiento del movimiento sindical dentro de la empresa en la que trabajo.
Yo, iluso, siempre había visto a los sindicalistas como una especie de luchadores solidarios.

Los cojones.

Como ya comenté en la empresa en la que trabajo desde hace dos años hay una amenaza de despidos y, para enfrentarse a ellos se convocan cada poco mítines durante el tiempo de descanso.
Me estuve fijando y los que ya llevan muchos años en la empresa, no acuden a ninguno.

Así que me he estado enterando de las razones. Y no me extraña que no crean en nada más que en las condiciones de su prejubilación.

Al parecer, hace unos veinte años pasaron por una situación parecida en la que fueron vendidos vilmente por las personas que negociaron esa situación. Algunos de los cuales son ahora cargos muy relevantes en el mundo sindical.

He conocido que existen figuras que se dedican a ir de empresa en empresa, de comité en comité vendiendo a sus compañeros.
Son unos tíos que pertenecen a algún sindicato. Cuando la empresa está en un periodo de crisis, estos tipos asumen la negociación por parte de los trabajadores. Si la empresa quiere despedir a veinte personas -por decir un número- anuncia que quiere despedir a cien. Luego se reúne con estos fulanos y aceptan ambos de acuerdo el despido de veinte trabajadores. La empresa consigue lo que quería -que sería más de lo que realmente era necesario- y el "sindicalista" y su "sindicato" se presentan como salvadores. Antes pronto que tarde, los trabajadores se dan cuenta de que les han tomado el pelo y la empresa "despide" al tipejo con una indemnización millonaria por los servicios prestados.

Evidentemente este pollo es fichado ipso facto por otra empresa. Laboralmente hay que buscarles acomodo, en un sitio donde no moleste mucho, que no cante mucho y que no tenga un puesto de responsabilidad porque son listos pero muy vagos.

El más famoso de donde yo trabajo, se comenta que ya ha hecho la jugada en dos empresas -ahora va a por la tercera-. Lo gracioso es que no viaja sólo, su mujer va en el pack. Creo que ella hasta hace poco no estaba contenta en ninguno de los diferentes sitios en las que la fueron ubicando. Por fin al séptimo cambio, a labores más administrativas, se ha acomodado. Uno de sus cambios más famosos fue cuando exigió que se la cambiase de puesto porque le dolía la espalda por levantar pesos. Ese enorme peso era un tubo que debe andar por los trescientos gramos.

Estaréis pensando, que los que me han contado eso serán los típicos fachas. Todo lo contrario. Gente muy de izquierdas que hace veinte años se pasaron semanas durmiendo con sus familias a las puertas de la fábrica para que no les mandasen a casa. Lo único que consiguieron fue que durante su vigilía la empresa, pactando con los sindicatos, llegase a un acuerdo muy favorecedor... para la empresa.
Eso sí, cuando el capo de los sindicatos fue hasta donde estaban gritando "Compañeros ¡hemos ganado!", el puñetazo que se llevó en la cara aún es recordado.


miércoles, 3 de junio de 2009

Parecidos razonables

Cartel de The Reader


Cartel de Revolutionary Road


¡Hoy me he dado cuenta de que no son la misma película!

lunes, 1 de junio de 2009

Alsa toma Madrid

Hace unos meses -o algo más, no lo sé exactamente- Alsa -o la empresa a la que ahora pertenece- compró la Continental -que es la empresa de autobuses que me lleva desde el metro a donde trabajo-.

Hoy me han subido el precio del billete un 73,6%.

Algún día contaré mi entrevista en Alsa en Oviedo.