miércoles, 21 de agosto de 2013

Asturias patria podrida

La verdad es que ya nada me sorprende de los políticos asturianos

Reconozco que en su momento, erróneamente, me pareció una buena decisión cuando el gobierno prohibió fumar en los bares y restaurantes. 
Realmente lo que estaba haciendo el gobierno como hacen todos los gobiernos era limitar la libertad de la empresa privada. Donde deberían haber prohibo fumar en todo caso sería en los espacios públicos y no en los privados. Si yo voy a mi casa tengo que utilizar la calle me guste o no, en cambio nadie me obliga a acudir a un bar o restaurante en el que su propietario permita fumar.

Ahora el gobierno asturiano da otro paso en esa misma dirección y le pone límites a los mismos empresarios en su modelo de negocio.
Comete varios errores, el primero es obviamente limitar la libertad de empresa.
El segundo es entender que en toda barra libre u hora feliz se consumen sólo bebidas alcohólicas.
El tercero es tratar a los consumidores como a incapaces que deben ser controlados por la administración.
El cuarto es asumir que los consumidores en estos eventos se van a emborrachar.
El quinto es suponer que de estas borracheras van a surgir problemas como accidentes, peleas, alteración del orden, molestias vecinales.

Ya de prohibir, que se prohiba el alcohol.
Ya de prohibir, que obliguen a todos los bares y restaurantes a cerrar a las diez de la noche.

Esta es una de esas razones por las que desde que me tuve que ir de esta Asturias peronista-socialista-colectivista-improductiva-ineficiente-subsidiada y sin futuro me he convertido en un liberal libertario. 
Y cada día más convencido.

21-08-13

Día de playa