sábado, 22 de agosto de 2009

Bodas (2ª parte)

Continúo con la sección dedicada a las Bodas.

Continuaré analizando más partes intrínsecas a toda boda.

LA FAMILIA
A nuestra familia la conocemos. Son esa panda de frikis que se conforman asimismo en subpandas de frikis, clanes, bandas, grupos que ni se relacionan entre ellos o, peor, se llevan a patadas.
Sí, lo tenemos asumido, todos tenemos una familia que pensamos que es la más rara del mundo.

Pues no. Cuando empiezas a organizar una boda, comienzas a descubrir a la familia de tu futuro cónyuge. Es entonces cuando descubres que su familia es como 200 veces más rara que la tuya. Problemas que ni siquiera sabías que podían existir existen en la otra familia.

Especial mención merecen los suegros. Siempre piensas que tu pareja tienen unas cosas muy especiales con las que tienes que esforzarte para convivir con ellas.
Cuando descubres a tus suegros te das cuenta de que se ha quedado sólo con el 10% de esas rarezas.

LOS INVITADOS (no familia)
Pensabas que sólo las familias eran raras.
No. Cuando te pones a hacer las mesas en la que se van a sentar los invitados como amigos. Te das cuenta de la cantidad de problemas que hay entre ellos.
Sólo para configurar una mesa en que 8 de ellos que no se lleven demasiado mal estén juntos hace falta un milagro.

LA MÚSICA
A poco que te fijes en la música que suena en una boda te das cuenta de la cultura musical que tenemos.
Ma-ma-ma ma-ma-maría, Asturiessiyopudiera, Amimorena-amimulata, elchacachá-del-tren, yesqueasturiasesmipatriasincerasubandera, ¡sincera su bandera! ¿? !!!, parabailarestoesunabom-ba paragosarestosesunabom-ba...

Cuanto más hortera es una canción, cuanto peor es una canción, más le gusta a la gente.
Vale un toque kistch, pero un toque no toda la noche.

(continuará)