domingo, 1 de enero de 2017

¿Otra como yo?

El viernes pasado me fueron a recoger a la estación. Mi mujeres conducía, mi suegra iba en el asiento del acompañante y mi hija de cuatro años y yo íbamos en el asiento de atrás.
En la entrada de la autopista me hizo la señal de que me acercara para decirme algo al oído.
Aproximé mí oído a su boca y me dijo muy bajito: "No hables con ellas. Son unas cablonas."
En ese momento sentí que, tal vez, no estoy tan solo en el mundo.