sábado, 14 de enero de 2017

Crítica especializada

Últimamente he percibido que, en algunos de los chats de WhatsApp en los que estoy, se ha puesto de moda una actitud gilipollesca que consiste en esperar a que algún miembro del grupo publique algo para hacer una crítica a lo publicado.
Las críticas van desde que los chistes son viejos, malos, demasiado tontos, demasiado inteligentes, repetidos a que las tetas publicadas no son lo suficientemente grandes.
Generalmente los que hacen las críticas son los que menos aportación hacen al chat y cuando la hacen suelen ser cosas sin gracia o muy vistas.
Posiblemente esta actitud tiene mucho que ver con ese "refalfie", esa saturación, esa saciedad de la que disfrutamos gracias al avance del hombre en estos últimos doscientos años y que nos han convertido a los pringaos del 2017 en el equivalente de los pijos de hace veinte o treinta años.

En el Corte Inglés

- Perdone, ¿dónde está Ralph Lauren?
- Lo siento, esta semana está en el turno de tarde.