jueves, 7 de abril de 2005

El niño cabra abatido

Según informaciones recibidas en nuestra redacción, Mateo Ruiz, el niño cabra, has sido abatido por efectivos de la Guardia Civil.
Al parecer no obedeció cuando un miembro del cuerpo armado le dio el alto.
Testigos presenciales dicen que el niño cabra recibió un disparo cuando se encontraba abrevando en el río Jalobre, próximo a la localidad palentina de Salurce.
La pieza cayó al río y no ha podido cobrarse.


El entrenador

¿Por qué los entrenadores de los institutos y colegios son tan voceras?

Al pasar al lado de un instituto oyes unas voces provenientes de una cancha cubierta -de esas que tanto retumban- y lo ves: un tío fuertote con su chandal y un chubasquero azul de esos de deporte, gritándole a un grupo de niños cosas como:
¡DEFENDIENDO! ¡DALA, DALA! ¡ATRÁS! ¡OTRA! ¡PÁSALA! ¡AL COMPAÑERO! ¡AGUANTA! ¡MIRA! ¡PÍSALA! ¡TIRA! ¡PIVOTA! ¡PIENSA! ¡YA YA!

Yo creo que siguen una tradición. Lo han visto desde pequeños y lo repiten por imitación social.

Y yo os digo, entrenadores de institutos de España: No hace falta que griteis. Los niños os van a tener el mismo respeto -o la misma falta de él- gritando o sin gritar.

Pensadlo:
Son las ocho de la tarde, sois 10 personas en sólo 100 metros cuadrados.
Tú eres el único que ha pasado la pubertad, por lo que tu voz tiene más volumen que la del resto de niños juntos.
Toda la defensa de tu equipo junta no suma la mitad de tu edad.
Jonathan González -el portero- no ha venido hoy a entrenar porque a su madre no le gusta que esté en el patio los días de lluvia.
Luisín no lleva el pantalón del mismo color que el resto porque ayer lo cagó en clase de gimnasia.
Con la que está cayendo hace feo que tengas las manos en los bolsos del chándal mientras entrenas a niños de cinco años.

Entrenador, al lado del instituto hay un edificio donde viven familias. Déjalas descansar un poco.

Total, con esa mierda de delantera no vas a ningún sitio.
Ninguno de tus chavales va a llegar nunca a primera división. En el momento en que cumplan los dieciseis -como hiciste tú- van a dejar el deporte por las chicas, los porros, la cerveza o la coca.

Eso es lo que hay. Así que no seas zoquete y cállate un poco entrenador.