jueves, 5 de julio de 2012

Metal Slug por Dross

No conocía el vídeo. Al parecer es un clásico de internet.
Si alguien quiere reírse, que lo ponga a partir del minuto 4:10. Yo no he podido acabar de verlo porque me dolía la barriga.

Cartas desde Madrid

Querida prima Cecilia,

como ya te he comentado en otras ocasiones, dentro del enorme diagrama de Venn que es Madrid existe un subconjunto de gran tamaño. Es el subconjunto de madrileños nacidos o con raíces en América del sur.
Entre sus numerosas particularidades me he venido fijando en que hay una que destaca. Es su fervor religioso.

Me he dado cuenta de ello por dos razones. Si un día voy por el Retiro paseando tranquilamente y veo y oigo a alguien vociferando al lado de una fuente, con un minilibro en la mano, gesticulando con un brazo al resto de paseantes y predicando los evangelios. Ese tipo inexorablemente tiene rasgos típicos sudamericanos. Si un día voy por la Puerta del Sol paseando tranquilamente y veo y oigo a un grupo de personas cantando al lado de un quiosco, con los ojos cerrados, en trance y a veces hasta cogidos de la mano "Salve, Salve, Espíritu Santo". Esos tipos inexorablemente serán sudamericanos.

Como ya he señalado en anteriores cartas. Los sudamericanos en el transporte público no suelen leer -a no ser Sodokus, un periódico latino gratuíto, el título de canciones de regetón o el texto de guasaps en sus móviles o, y ahí voy-, un libro pequeño que debe de ser los cuatro evangelios. Lo suelen llevar subrayado y hecho polvo de tanto manoseo. De hecho, las veces que los he visto leyendo otro tipo de libros ha sido tan contadas como las que los he visto haciendo deporte. No sé por qué pero es raro verlos haciendo footing. Supongo que serán costumbres.

El caso es que uno de los días que vi a un latino leyendo un libro de esos y yo me hallaba en buena posición para captarlo hice una foto con el móvil -por cierto, maldito flash automático- con el objeto de ilustrarte y que, sin quererlo, es bastante demostrativa de lo que te vengo contando.
Y es demostrativa porque en la foto se ve al chico con el libro y los auriculares conectados a su móvil o mp3. Justo enfrente se ve a un viajero que va leyendo un libro electrónico (aunque a lo mejor es la Biblia en formato mobi...) y al lado una chica sudamericana echando una siesta métrica.

Y juro que la foto no estaba preparada.