domingo, 24 de julio de 2011

Madrid Timos - Terraza del Penthouse

Querida Cecilia,

¿qué tal todo? Espero que bien.

Continúo en mi inútil tarea de quitarte de la cabeza las maravillas de la gran capital.
Como te he dicho cientos de veces, en España no se puedes pretender hacer nada sin que te estafen (los que se hayan metido a comprar un piso, a hacer obras en casa o a llevar el coche al taller saben de qué hablo).
En Madrid, sólo con salir a la calle alguien ya te estafa. Unas veces es la vuelta en el supermercado, otras incluso una señora que te pide dinero porque la acaban de atraca -y a la semana la ves haciendo lo mismo en otro barrio, o el rumano que vende mecheros con cara de pena y te pide algo de comer y luego conduce un coche que no te lo podrás permitir en la vida.
Ayer sin ir más lejos fuimos a un italiano al que solemos ir bastante. Al pedir la cuenta, por fijarme, me sorprendí al ver que por una de las bebidas, una caña, habían cobrado 4,70 euros. En una terraza en la calle te pueden cobrar 3,50 -que ya está bien cobrado-, pero en un restaurante, en el que no puedes hablar más alto que un susurro porque la pareja de al lado está a menos de 30 cm... me parece una estafa.

Pero hablando de estafas quiero contarte lo que hicimos por la noche después de cenar. 
Resulta que por no sé qué condiciones genéticas u hormonales o celulares o culturales o lo que sea, a las mujeres os atrae el "glamour" -entendiendo por "glamour" algo que yo no entiendo-. Así que parece que una de las actividades más "trendys", molongonas, megachachis, "ezcluzivas" y patéticopijas es subirse a la terraza de un hotel que queda en la plaza de Sta. Ana de Madrid y tomarse una jaliguay todo por el módico precio de 15 euros.
Bueno, digamos que esa puta mierda parece una cita obligada para que las chicas no se sientan inferiores unas de otras.
La movida debería ser esta:


Ya sabes, gente VIP, copas bien puestas, atención de camareros, ambiente agradable...

Para que te hagas una idea de lo que realmente es:
- Apaga el monitor
- Tápate los oídos
- Abre dos ventanas en casa para que haya corriente
- Coge un vaso de ginebra y échale una gota de tónica
- Bébetelo
- Tira 15 euros por la ventana

He grabado vídeo pero estaba tan oscuro que no se ve nada.
De los asientos y sofás, olvídate. No había donde sentarse. Supongo que está hecho con la idea de que te pires lo antes posible.
No había música. No hablo de un grupo tocando, ni siquiera de unos altavoces con música veraniega. Ni siquiera de un hilo musical.
Hacía frío y no hay dónde meterse, porque en el bar no dejan sentarse en los asientos.
La bebida el del bar Manolo te la pone mejor. Sin hielos, cargada. Por supuesto, si te quieres tomar una copa un poco más "currada" la pagas con otros 15 euros.
No hay camareros atendiéndote fuera del bar. Sólo pasaban un par de ellos recogiendo los vasos.
Los porteros de la entrada son un poco chulos.
La gente que había arriba eran otros pringaos con tan poco "glamour" como nosotros. Muchos chavales extranjeros con presupuesto extranjero. 
A pesar de que la terraza estaba casi vacía, cuando salimos -no aguantamos mucho evidentemente- en la calle había una cola de gente -casi todo parejas- que casi daba la vuelta a la esquina. Les estaban haciendo esperar por la única razón de que sintiesen la presunta exclusividad del sitio.

En fin. Madrid está lleno de listos.
Y de tontos.
Yo sé cuál es mi equipo.