jueves, 8 de marzo de 2007

Chueca desde mi balcón e interconexiones

Estoy recluido en mi habitación. ¿Por qué? Os resumo brevemente.
Llevo en Madrid algo más de un mes. En un piso antiguo en el barrio de Chueca de familiares de mi novia. En principio no me iban a cobrar más que los gastos, luego resultó que los gastos equivalen al precio de una habitación... cosas de madrileños.
El piso, hasta hoy, carecía de fregadero... Pues bien, después de un mes de espera por fin han venido a instalarlo.
He llegado a casa y me he encontrado todo lleno de serrín, una ingletadora, cajas, herramientas, un horno... y dos tipos extranjeros uno rumano (Carlitos) y el otro madrileño (Lucas).
Les he dejado a su bola y me he puesto con el portátil a hacer tiempo.
Al rato ha venido Lucas y me ha dicho que había un problema. El problema es que la encimera no dejaba abrir la ventana de la cocina.
Ellos estaban dispuestos a dejarlo así (es la segunda cocina que instalan hoy). Pero he llamado al dueño, que se ha puesto como una fiera y ha llamado al contratista, que ha llamado a Lucas, a su vez el dueño me ha vuelto a llamar y a su vez la novia -creo- de Lucas le ha llamado y él le ha colgado, y a su vez el dueño ha llamado a su hermana (también dueña) y me ha llamado a mí para ofrecer una solución distinta a la que habían llegado. A Carlitos le ha llamado alguien, y ha hablado dos veces, pero no sé de qué porque lo hacía en rumano. A su vez la ¿novia? (de Lucas) le ha llamado como 20 veces, y él le decía que no podía hablar, que estaba trabajando. Yo llegó un punto en el que me sentí tan incómodo que me vine a la habitación y me puse a mirar por la ventana y saqué esta foto. Un instante de mi vida que espero que escribiéndolo no se me olvide.


Epílogo. Mientras escribía el post a Lucas le ha vuelto a llamar Belén, el le ha dicho a gritos que se vaya a la mierda y que no le llame más en toda la noche.
Yo he llamado a Carlos Lana, he hablado con su buzón de voz y le he dicho que hoy no podía quedar porque tenía a un par de instaladores montando la cocina y a un montón de gente pasando por mi casa vía interconexión.
A mí me ha llamado mi novia. He acortado un poco la conversación porque quería acabar de escribir esto.
Hoy Madrid me ha gustado un poco.