domingo, 28 de marzo de 2010

Las mujeres son seres fabulosos

El problema es que no nos damos cuenta hasta que convivimos con ellas y no adquirimos la completa certeza hasta que nos casamos.
Algunos de los superpoderes que he descubierto:
- Sensor de movimiento incorporado. Da igual lo despacio que te levantes de la cama. Ellas se despiertan y te riñen.

- Sensor de sonido discriminal. Pueden oír un alfiler a tres habitaciones de distancia, con tapones en los oídos y con ruido exterior. (Siempre y cuando el alfiler lo hayas tirado su novio o mariodo o se haya caído por alguna razón relacionada con él). Tienen los sensores especialmente configurados para sonidos relacionados con el fútbol o con los motores de la Formula 1. Si el sonido es de algún programa tipo Corazón, Corazón o telefilme de Sábado por la tarde en Antena 3, la capacidad auditiva es nula.

- Sensor lumínico mejorado y discriminal: Son capaces de ser deslumbradas por una línea de luz producida por un móvil medio fundido y en modo ahorro de batería que pasa por debajo de la puerta de la habitación cuando ellas tienen los ojos cerrados y están de espaldas a la puerta. Para maquillarse, en cambio, los focos del Santiago Bernabeu directamente enfocadas sobre su cara a 20 centímetros de distancia no son suficientes.

- Desdoblamiento de estados: Pueden estar dormidas y aún así seguir riñéndote (roñar -como dicen en mi pueblo- es la palabra más adecuada).

¡Qué pena no haberlo sabido antes de casarme!