martes, 14 de octubre de 2008

Asturias Patria Querida, Asturias de mis cojones

Soy un gran fan de Asturias.
Creo que no la empecé a valorar realmente hasta que la perdí.

Por eso me duele Asturias.

Aproveché que este Lunes 14 de Octubre había no era laborable en la empresa donde trabajo, para sacarme un vuelo barato el pasado verano.

Fui en autobús el Viernes a Asturias y ayer Lunes 13/10/2008 a las 20:00 salí en coche para cogerme el vuelo que era a las 21:20h.
Ya había facturado por internet así que creí que no habría problema.

10 km. antes del viaducto de San Pedro en Cudillero cogí un atasco y llegué al aeropuerto una hora más tarde de la salida del vuelo.

Al día siguiente -hoy- entraba a trabajar a las 07:00 así que me vi bastante jodido.
Tuve que sacar un nuevo vuelo (este ya no barato) a las 08:00 y que salió con retraso.

Ni dormí mucho, ni dormí bien, me salió el viaje por una pasta y llegué tarde a trabajar por primera vez en un año y medio.
Tuve la sensación de que no quieren que vuelva a Asturias ni de fin de semana.

Si se tratase de mala suerte, me fastidio y me callo, pero -y ya lo dije en otro post- esa maldita carretera lleva prácticamente parada 5 años. Casi abandonada.
Llegó el psoe y se llevó los fondos de esa carretera a Cataluña, lo que me parece lógico paorque es un partido nacional y debe hacer lo que le convenga para tener más votos. Pero lo que no entiendo es que la morsa esa que tenemos por presidente de Asturias no diga ni media palabra y lo único que haga sea pegarse farturas.

Areces, por tu culpa estoy aquí, pagando un alquiler como un sueldo asturiano en un piso madrileño. Mi novia trabaja 12 horas al día 6 días a la semana. Y en Asturias más de la mitad de los que trabajan son hijos de, están enchufados, son funcionarios, pufistas o liberados.

Y sí, me tira del pijo si tú no eres el único culpable -que lo somos todos los asturianos- y que todos los que te precedieron fueron igual de perjudiciales, pero para mí tú eres el símbolo.
Cada día te odio más y no voy a dejar nunca de escupir cada cartel tuyo con el que me cruce.

(Sí, es una pataleta ¿qué pasa?)