viernes, 28 de agosto de 2009

Bodas (3ª parte)

Continúo con mi visión de las bodas.

- EL MENÚ (la comilona)

La comida de una persona media se compone generalmente de un par de platos y algo de postre. Con eso normalmente ya está ingiriendo más calorías de las que necesitaría.

En las bodas la cantidad de comida equivalente a estos dos platos y postre se llama entremeses.

Después de esos dos entremeses suelen venir 3 platos más de comida y un peazo postre, cafés, chupitos, puro y copas. Incluso en algunos lugares un par de horas más tarde se da un picoteo o unos bombones o pasteles.

Lo más gordo es que la mayoría de las bodas son de noche. Meterse todo eso para cenar ya es una salvajada, pero si además estás cenando a la 1 de la mañana ya entra en la esfera de la estupidez.

Yo recuerdo haber ido a una boda de esas que llaman de mañana (error deberían llamarse de noche y a las de noche, de madrugada o de mañana del día siguiente). En esa boda entre salida de iglesia, fotos de los novios, entremeses... nos sentamos a comer a las 5 de la tarde, creo que a las 8 de la tarde aún seguíamos comiendo. Pues a las 10 de la noche se interrumpió el baile. Nos sentaron y más comida -calamares, embutidos, etc-. Los más alucinante es que la gente comió de nuevo¡! Aunque también he de decir que vi mucho pan volar entre las mesas...

- EL BAILE (el desfeis)

Da igual el tipo de boda. DJ, orquesta, música grabada, dúo músicovocal... al final siempre hay pachangona.
No soporto los pasodobles, no soporto la música lírica española, no soporto el reggaeton, ni cualquier tipo de música de esa que llaman erróneamente latina -ya sea Juanes, Bustamante, Shakira o Carlos Baute-.
Desgraciadamente los pasodobles los bailan los abuelos, la música lírica española lo bailan los borrachos y el daledondale lo bailan los calientes. El resto de músicas latinas lo bailan las tías.

Lo peor es que te toque un DJ protagonista. De esos que pretenden animar el cotarro. Esos paletos que hacen subir a la novia a una silla o que dividen a los que bailan entre chicos o chicas. O entre oviedistas y sportinguistas (o los dos equipos enfrentados en cada caso), los que ponen la de yucanlifyojeton para que la novia se quite la liga...
Me encantaría meterles el micro por el culo.

Este es el momento de la boda en el que aparecen las verdaderas personalidades de los asistentes.
Estamos los muermos, están los alcohólicos, los desfasados, las novias enfadadas, los escandalizados, los que se quedan en la barra, los que se quedan en las mesas, los que se van...

(continuará)

miércoles, 26 de agosto de 2009

Nos iremos

Nos iremos.
Unos de improvisto. Otros durmiendo. Otros tras una larga lucha.

Nos iremos y, aunque lo sabemos, ninguno estará preparado.

Unos serán muy llorados. Otros no tanto. Incluso la marcha de muchos será una liberación para los que se queden.

Nos iremos.
Comenzaremos a no entender las cosas complicadas. Al final no entenderemos ni las más sencillas.
Será entonces cuando la ida duela menos.

La mayoría no dejaremos grandes cosas. Casi todos los recuerdos de lo que hemos vivido se irán con nosotros. Las olas que vimos romperse en la playa. La noche que nos despertamos sudando. La primera vez que hicimos el amor. Aquel día que lloramos.

Nos iremos y sólo quedará alguna foto, alguna película, algún sonido... todos acabarán olvidados y destruidos. Dejaremos algo escrito en algún rincón de la red que nadie nunca leerá.

Nos iremos.

sábado, 22 de agosto de 2009

Bodas (2ª parte)

Continúo con la sección dedicada a las Bodas.

Continuaré analizando más partes intrínsecas a toda boda.

LA FAMILIA
A nuestra familia la conocemos. Son esa panda de frikis que se conforman asimismo en subpandas de frikis, clanes, bandas, grupos que ni se relacionan entre ellos o, peor, se llevan a patadas.
Sí, lo tenemos asumido, todos tenemos una familia que pensamos que es la más rara del mundo.

Pues no. Cuando empiezas a organizar una boda, comienzas a descubrir a la familia de tu futuro cónyuge. Es entonces cuando descubres que su familia es como 200 veces más rara que la tuya. Problemas que ni siquiera sabías que podían existir existen en la otra familia.

Especial mención merecen los suegros. Siempre piensas que tu pareja tienen unas cosas muy especiales con las que tienes que esforzarte para convivir con ellas.
Cuando descubres a tus suegros te das cuenta de que se ha quedado sólo con el 10% de esas rarezas.

LOS INVITADOS (no familia)
Pensabas que sólo las familias eran raras.
No. Cuando te pones a hacer las mesas en la que se van a sentar los invitados como amigos. Te das cuenta de la cantidad de problemas que hay entre ellos.
Sólo para configurar una mesa en que 8 de ellos que no se lleven demasiado mal estén juntos hace falta un milagro.

LA MÚSICA
A poco que te fijes en la música que suena en una boda te das cuenta de la cultura musical que tenemos.
Ma-ma-ma ma-ma-maría, Asturiessiyopudiera, Amimorena-amimulata, elchacachá-del-tren, yesqueasturiasesmipatriasincerasubandera, ¡sincera su bandera! ¿? !!!, parabailarestoesunabom-ba paragosarestosesunabom-ba...

Cuanto más hortera es una canción, cuanto peor es una canción, más le gusta a la gente.
Vale un toque kistch, pero un toque no toda la noche.

(continuará)

viernes, 21 de agosto de 2009

Bodas (1ª parte)

Esta nueva serie se comenzó a gestar hace ya años y estaba prevista para publicarse dentro de un mes, pero no puedo esperar.
Creo además, que voy a escribir una entrada un poco deslavazada por falta de tiempo para organizar las ideas.

Lo primero que debo decir es que no soy un especial defensor de las bodas. Generalmente no me lo he pasado bien casi nunca en una boda. Soy muy soso y me canso muy pronto.
Hace mucho tiempo, comencé -con la cámara del teléfono móvil- a fotografiar ciertos personajes típicos de estos eventos. Luego, por cambios o averías de los móviles, fui perdiendo todos esos documentos. Y esta serie se fue quedando y quedando hasta que ha llegado el momento elegido para inaugurarla.
Ese momento es mi propia boda.

En realidad, aunque pueda parecer otra cosa, soy un tío bastante respetuoso -o eso intento- con las ideas o ilusiones de los demás y nunca suelo tratar de hacer que los demás se sientan heridos por una opinión mía.
Por lo tanto, criticar las bodas justo antes de celebrar la mía puede resultar un poco inoportuno.
El caso es que, desgraciadamente, el hecho de llevar un año y medio organizando una boda me ha hecho reafirmarme en mis convicciones y además tener muchísima más información para poder mantener mi posición.

Lo primero que debo aclarar es que no es lo mismo boda que matrimonio.
La boda es toda la fanfarria que se monta alrededor de un matrimonio. (Matrimonio es un sustantivo de género masculino, la boda es de género femenino).

Como no sé por donde empezar, voy a empezar por el Restaurante.

- EL RESTAURANTE
(Primera Ley de LaGrand sobre bodas). Una de las máximas que toda persona que quiera organizar una boda debe saber es que el término boda después de un sustantivo lo encarece porque sí.

Ejemplo 1A:
- (Teresita) Vengo a hacer una prueba de peinado. Quiero probar otros looks.
- (Peluquero) Sí, son 35 euros.

Ejemplo 1B
- (Teresita) Vengo a hacer una prueba de peinado. Me caso.
- (Peluquero) Sí, son 95 euros.

Con el restaurante el ejemplo sería así:

Ejemplo 2A:
- (Pepe) El Sábado 25 de Junio venimos a comer 10 amigos.
- (Restaurador) ¿Qué vais a comer?
- (Pepe) A la carta.
- (Restaurador) Te hago precio. Serán X euros (donde X es una cantidad determinada)

Ejemplo 2B:
- (Pepe) El Sábado 25 de Junio venimos a comer 20 amigos.
- (Restaurador) ¿Qué vais a comer?
- (Pepe) Todos lo mismo. Un menú de tres platos y un postre.
- (Restaurador) Como sois tantos te hago precio. Serán X/4 euros (donde X/4 es la cuarta parte del precio de comer a la carta).

Ejemplo 2A:
- (Pepe) El Sábado 25 de Junio venimos a comer 200 amigos.
- (Restaurador) ¿Qué vais a comer?
- (Pepe) Todos lo mismo. Tres platos y un postre... es mi boda.
- (Restaurador) Serán 5X euros (donde 5X es el precio de la carta multiplicado por 5).

Evidentemente no tiene ningún sentido. Es como si en una comida o cena tuviesen menú del día en vez de para los 10, 20 ó 50 servicios normales, para 100, 150 ó 200 y en vez de ser aún más barato lo encareciesen.

- ROPA (vestidos, trajes y demás).
Esta es una de las partes de la boda en que más se nota la enorme influencia femenina en el motor de estos acontecimientos.

Parece que todos odiamos a la aristocracia o al menos esa idea de unos tíos que por ser hijos de alguien tienen el derecho a vivir a costa del erario público o de unas rentas injustas y tener mejores oportunidades que los demás.

Pues no, cuando llegan las bodas parece que son los ejemplo que deben seguirse.
Esa gente que no trabaja en nada o parece que al menos no trabaja en nada que pueda llamarse trabajo -como representaciones o imágenes de firmas o puestos de consejeros en ciertas instituciones-, pasa a ser lo que todos queremos ser pero no nos atrevimos nunca a confesar.

Por tanto, el día de la boda nos disfrazamos de aristócratas.
Muchos cogen el HOLA y se dedican a intentar parecerse a algún individuo o individua del que desconocemos absolutamente si tiene gusto, glamour, clase, charmé o incluso dos dedos de frente.
Les copiamos las corbatas, los pañuelos, el vestido de largo, los zapatos, el maquillaje...
El resultado es siempre patético.

Lo único que conseguimos clavar son sus caras de gilipollas.

(continuará)

jueves, 20 de agosto de 2009

Belleza

Ella siempre se quejaba de lo poco que él la piropeaba.

Cuando ella murió con 90 años, él se acercó al cadáver y dijo: "Eres guapa incluso ahora".

sábado, 1 de agosto de 2009

Parecidos Razonables

Una de mis tonterías recurrentes hace unos años era el famoso rap del Payacho de la Hora Chanante (Vivo con tu madre / en un cachtillo / cartón de leche / pijama de lino...)

Después de escuchar la pronunciación super gangsta del Tito Mc he llegado a la conclusión de que el original a veces copia a la parodia.