viernes, 30 de agosto de 2013

El fin de la civilización

Hoy el Sindicato Andaluz de Trabajadores ha asaltado un Carrefour del que han robado 2000 euros de material escolar.

Un extraño concepto de dignidad.


Se constituyó en tribunal.
Principió por juzgarse a sí mismo.
Reconoció que no era un inocente castigado injustamente. Confesó que había cometido una acción mala, culpable; que quizá no le habrían negado el pan si lo hubiese pedido, que en todo caso hubiera sido mejor esperar para conseguirlo de la piedad o del trabajo, que no es una razón que no tiene réplica el decir: ¿se puede esperar cuando se padece hambre? Que es muy raro el caso que un hombre muera literalmente de hambre, y que afortunada o desgraciadamente el hombre está constituido de modo que puede sufrir mucho y por mucho tiempo, moral y físicamente, sin que le hiera la muerte, que le era preciso haber tenido paciencia, que esto hubiera sido mejor para sus pobres niños, que había sido un acto de locura en él, desgraciado criminal, coger violentamente a la sociedad entera por el cuello y figurarse que se puede salir de la miseria por medio del robo, que es siempre una mala puerta para salir de la miseria la que da entrada a la infamia, y, en fin, que había obrado mal.

Los Miserables (Víctor Hugo)