domingo, 25 de julio de 2010

Dios


¡Claro que Dios es cruel!
No necesitábamos venir a las Encantadas y ver las tortugas para descubrirlo.
Siempre lo hemos sabido de él.
El rostro salvaje que muestra a la gente y las ferocidades que grita.
Es lo que siempre hemos visto y oído de él. Y nadie parece saber por qué.
La diferencia es que nosotros lo conocemos y los demás no.

De repente, el último verano
Tennessee Williams


Parecidos razonables