jueves, 24 de enero de 2008

Películas

Creo que las películas tristes son para gente alegre y las alegres para los tristes.

Y lo pienso porque la gente que no lo está pasando bien, lo último que necesita es sentir más penas.
Por el contrario, los felices necesitan ver el dolor para sentir más su propia felicidad y también para estar más preparados el día que su suerte cambie.