jueves, 12 de abril de 2007

El asunto Caín y Abel

Según consta en el sumario y en las actas del secretario judicial las declaraciones de la parte acusada fueron contradictorias.

- En su primera declaración, Caín al ser detenido, reconoció haber asesinado a su único hermanos, Abel, como consecuencia de una fuerte discusión entre ambos..

- En una posterior declaración, ya asistido por su ángel de la guarda, el relato de Caín sufrió un giro radical. Según él mismo, en su primer relato se autoinculpó a consecuencia de las amenazas que había sufrido tras su detención. Ahora reconocía que él había encendido la hoguera para quemar unos rastrojos, que aquel día había bebido mucho néctar fermentado a lo que se une un tratamiento con un abuso de bayas silvestres por un descuido. Y no recuerda nada de lo sucedido desde 15:00h hasta las 21:00h. Su versión es que lo sucedido, o bien se debió a un accidente, o que su hermano había decidido arrojarse a la hoguera para inculparle.

- En el acta policial redactado por el Ángel de la Espada en Llamas, consta un aviso de un 7-80 (fuego ilegal) a las 18:12, seguido de un 12-3 (posible homicidio) a las 18:34 en el Distrito Occidental. Se personan dos ángeles patrulla y comprueban que un cuerpo sin vida yace sobre una hoguera que aún arde. Posteriormente y a unos 30 metros del lugar se hallan restos de lucha.

Los ángeles forenses concluyen que Abel (sin apellidos) con DNI 00000004 de profesión pastor, hijo de Adán (sin apellidos) con DNI 00000001 y de Eva (sin apellidos) con DNI 00000002, pareja de hecho y residentes todos en Edén Distrito Occidental, ha fallecido como consecuencia de un golpe causado por un objeto contundente y no por las quemaduras. Los mismos peritos, en su informe, constatan que después de haber sido golpeado, y ya sin vida, el cuerpo de Abel había sido arrojado sobre la hoguera donde sufrió quemaduras que van desde el primero al tercer grado.

También consta que Caín (sin apellidos) con DNI número 00000003 y de profesión agricultor, hijo de los anteriormente citados, aparece con manchas de sangre en diversas partes de su cuerpo, así como de su ropa. Aparece también reflejado en el informe que se observa claramente en él un estado de alteración.

Inmediatamente se pone en marcha un dispositivo especial para cerrar el distrito a posibles huídas de los responsables. Al mismo tiempo se registran varias cuevas a fin de asegurarse que ninguna de ellas esconde armas o cualquier objeto que pueda servir de ayuda en el sumario.

A continuación se detienen a los principales sospechosos, esto es, toda la población viva de la franja de Edén Occidental: Adán, Eva y Caín.

Tras ser retenidos durante varias horas, Adán y Eva son puestos en libertad, quedando libres de cargos, mientras que Caín pasa a disposición judicial.

- Durante el juicio Caín está representado por su ángel de la guarda y le asisten los de Adán y Eva.
Como acusación particular se persona el ángel de la guarda de Abel, asistido por los ángeles de Adán y Eva.
El Ministerio Fiscal está representado por el ángel justiciero.
Preside el honorable Dios de la Creación.

Como testigos son llamados en primer lugar los padres de ambos, que son recusados respectivamente por tener lazos de parentesco y consanguinidad tanto con el acusado como con el defendido.

En segundo lugar se cita a los ángeles de la guarda, tanto el de Caín como el de Abel. Pero, como consecuencia de expediente paralelo tramitado por el Ministerio Fiscal y a modo de medida cautelar son cesados del ejercicio activo para cualquier deber de guardia y custodia por un plazo de una eternidad y un día, por una falta grave en el ejercicio de sus funciones, debido a que el día de autos no se encontraba ninguno en su puesto de trabajo.

Pasa por tanto la acusación y la defensa a ser ejercidas de oficio por Dios de la Creación, que se divide en sus tres personas: juez, abogado defensor y acusación particular.

En la fase del juicio oral son llamados a testificar los padres de la víctima y del presunto autor del homicidio. Adán y Eva.

- Testifica Adán en primer lugar. Dice no saber nada de los sucedido. Por su relato parece claramente decidido en la defensa de su hijo Caín.

- Sube al estrado Eva. Que rompe a llorar. Pone de manifiesto la existencia de fuertes discusiones entre sus hijos desde que hacía unos meses ambos habían ofrecido unas parrilladas a Dios como forma de agradecimiento por el bajo alquiler cobrado. Al parecer, la parrilla de cordero de Abel, había tenido mucho más éxito, que la de verduras de Caín, a pesar de ser esta última mucho más sana. -En una apostilla posterior, aparece una nota de Dios, alegando que no tenía nada contra Caín, y que lamentaba las funestas consecuencias de su decisión respecto a las barbacoas, pero que una parrillada para él tiene que ser de carne de toda la vida, que eso del pescado y la verdura a la brasa no son más que mariconadas-.

- Comienza el interrogatorio a Caín. Empieza haciendo un resumen de lo que él recuerda. Había bebido mucho y poco más. Su siguiente sensación es la de despertarse y ver el cuerpo carbonizado de su hermano sobre la hoguera humeante. Inmediatamente intentó apagarla pero ya era tarde, su hermano había fallecido a consecuencia de las llamas.

Cuando el juicio parece concluido y listo para sentencia, Dios de la Creación cita a un testigo sorpresa.
Se hace silencio en la sala.
Dios de la Creación cita a Dios de la Creación en calidad de Dios omnipresente.

A las preguntas realizadas por sí mismo contesta que no entiende cómo Caín puede ser tan gilipollas. Cuando sabe perfectamente que Dios todo lo ve y todo lo sabe. Caín agacha la cabeza avergonzado.
El relato de Dios es profuso en detalles y periodos de tiempo e incluso se vale de una presentación en Power Point de cómo suciedieron los hechos.

Estando ambos en el campo Caín llamó a Abel a voces para que se presentara lo antes posible. Nada más llegar Caín mata a Abel y luego arroja el cuerpo en una hoguera.

El público -Adán y Eva- escuchan horrorizados la historia.

Dios narra que, una vez fallecido Abel, Caín se ensañó con su cadáver, escupiéndole, saltando sobre él mientras gritaba: "¡Toma parrilla de carne, hijoputa!".

Eva se desmaya.

Contra la palabra de Dios no caben, como es normal, demasiadas alegaciones.

El juicio queda listo para sentencia.

Caín es condenado a muerte.

Dios de la Creación en su versión defensa, alega falta de tipicidad del delito. Ni hay un Código Penal, ni leyes de ningún tipo. A su vez Caín amenaza con un huelga de hambre que puede poner el Edén patas arriba.

Dios de la Creación cede al chantaje y finalmente falla a favor del acusado.

No obstante, y ya que el Edén es suyo, le prohíbe a Caín en lo sucesivo vivir en la zona Occidental -la más elegante- y le obliga a irse al Este -barrio de mucha menos categoría-.

Caín acepta su pena, sabiendo que en nada la zona oriental será recalificada y el centro se extenderá como pasa en todos sitios.