martes, 16 de enero de 2007

El trastero, la etimología y el Sr. Martillo

Desde este humilde espacio gratuito que blogger me otorga, quisiera hacer un llamamiento a todos los propietarios y usuarios de trasteros del mundo.

La RAE define la palabra trastero: (adj. Dicho de una pieza o de un desván: Que está destinado a guardar los trastos que no se usan. Cuarto trastero. U. t. c. s. m.).

A veces es muy importante saber un poco de etimología.

Porque a menudo mucha gente confunde la palabra trastero con la palabra taller.

En especial muchos vecinos de portal donde vivo demuestran tener nulos conocimientos de lo que es y para qué sirve la etimología.

Sé que es muy habitual entre los hombres el compartir un sueño: En cuanto me jubile o tenga un poco de tiempo voy a montarme un talleruco pa hacer cosas pa la casa.

Y a mí eso me parece bien. Pero, coño, no lo montes en el trastero.

Con la llegada de Ikea, con la reducción de costes, con el abaratamiento del transporte mediante embalajes reducidos, con la externalización del montaje del mueble... el uso de los trasteros se ha triplicado.

Lo que pasa es que debajo de los trasteros vive gente.

Y digo yo ¿por qué no montas el maldito mueble en la cocina de tu casa? ¿en el baño? ¿en la habitación?...
NO: en el trastero.

No tiene sentido. En tu casa no lo haces porque molestas a tu familia.
Carajo. Si son los que van a disfrutar el mueble 20 años, que lo sufran 2 días ¿no?
Pues no. Al trastero a montarlo.

Y el trastero está para guardar esos muebles que te da pena tirar, y que tus hijos lo harán a la partición de la herencia. Esos juguetes que crees que un día le podrás dar a tus nietos, pero que ellos sólo querrán una consola. Esa ropa que piensas que se volverá a poner de moda, pero que sólo se va a poner mohosa. Esos apuntes de la facultad que piensas que tendrás que volver a necesitar un día, pero que vas a trabajar en algo que no tiene que ver remotamente con lo que has estudiado...

ESE es el uso racional de los trasteros. Los trasteros son grandes centros de reciclaje, de utilización cívica de los recursos naturales.
No son talleres de montaje y reparación.

Y digo yo ¿por qué no vas a montar el armarito ese al garaje? También es comunitario (no vas a pagar la luz), y vas a molestar a menos gente. ¿Y en el descansillo? ¿Y en el portal? ¿Y en el patio de luces?

No. Parece que la tradición del trastero está ya implantada.

Otra cosa.

¿Por qué no usas otras herramientas alternativas al martillo? Existen los destornilladores, las llaves inglesas, las cintas métricas... ¿de verdad no te has parado a pensar si el tablón ese que te ha vendido ese colega de la ebanisteria mide realmente 0,80?
Pero no. El martillo mola.

Y ya puestos. Hay más formas de darle que el pum-pum-púm... pum-pum-púm... pum-pum-púm...
Hay otros ritmos. Otros tempos.
Es que hacéis que uno eche de menos al batería de AC/DC.

Luego están los horarios.
A las 10 de la noche. Cuando el Sr. Martillo ha parado dices Este cabrón ya está agotado. Mañana con ciática todo el día.

Pero al día siguiente a las 9 de la mañana empezó el paso: Pum-Pum-Púm... Pum-Pum-Púm.

Esta mañana ha vuelto a suceder.

Me levanté. Me puse en pie sobre la cama y grite con voz ponzoñosa

OHHH, NO ERES TÚ MI CANTAR.
NO PUEDO CANTAR NI QUIERO
A ESE JESÚS DEL MADERO
SINO AL QUE ANDUVO EN LA MAAAAAR