miércoles, 18 de julio de 2012

La cantinela del inmigrante

He visto que los inmigrantes forzosos tenemos en común varias comportamientos.
Lo primero es la negación del sitio al que llegamos. Parece que vamos a estar en él poco tiempo, que no es tan bueno como el sitio del que venimos.
Comenzamos a quejarnos de las cosas malas, aunque sea el lugar que nos ha recibido y nos da de comer. Justo lo que no nos ha dado nuestra tierra. Lo criticamos abiertamente, delante de todos y de una manera injusta en muchos casos. Algunos hasta hacemos un blog con entradas que en su inmensa mayoría son denigrantes para nuestra casa de adopción.
Inmediatamente en el momento en el que nos vamos comenzamos a idealizar nuestra tierra. Y la idealizamos hasta el punto en que la convertimos en un Eldorado que jamás ha sido ni será. Basta volver allí para ver que no es tal como queremos recordarla.
El siguiente paso es comenzar a valorar nuestro nuevo sitio y también a criticarlo pero no ciegamente sino de una manera más sopesada.
En ese momento ya empiezas a ser de allí -o mejor dicho, de aquí-.

... de aquí.

viernes, 6 de julio de 2012

Al César lo que es del César

Querida prima Cecilia,

te he comentado anteriormente que en mi opinión la belleza arquitectónica media de Madrid es baja tirando a deplorable.
Pero también tengo que reconocer que hay cosas impresionantes. Muy Howardroarkizantes.



jueves, 5 de julio de 2012

Metal Slug por Dross

No conocía el vídeo. Al parecer es un clásico de internet.
Si alguien quiere reírse, que lo ponga a partir del minuto 4:10. Yo no he podido acabar de verlo porque me dolía la barriga.

Cartas desde Madrid

Querida prima Cecilia,

como ya te he comentado en otras ocasiones, dentro del enorme diagrama de Venn que es Madrid existe un subconjunto de gran tamaño. Es el subconjunto de madrileños nacidos o con raíces en América del sur.
Entre sus numerosas particularidades me he venido fijando en que hay una que destaca. Es su fervor religioso.

Me he dado cuenta de ello por dos razones. Si un día voy por el Retiro paseando tranquilamente y veo y oigo a alguien vociferando al lado de una fuente, con un minilibro en la mano, gesticulando con un brazo al resto de paseantes y predicando los evangelios. Ese tipo inexorablemente tiene rasgos típicos sudamericanos. Si un día voy por la Puerta del Sol paseando tranquilamente y veo y oigo a un grupo de personas cantando al lado de un quiosco, con los ojos cerrados, en trance y a veces hasta cogidos de la mano "Salve, Salve, Espíritu Santo". Esos tipos inexorablemente serán sudamericanos.

Como ya he señalado en anteriores cartas. Los sudamericanos en el transporte público no suelen leer -a no ser Sodokus, un periódico latino gratuíto, el título de canciones de regetón o el texto de guasaps en sus móviles o, y ahí voy-, un libro pequeño que debe de ser los cuatro evangelios. Lo suelen llevar subrayado y hecho polvo de tanto manoseo. De hecho, las veces que los he visto leyendo otro tipo de libros ha sido tan contadas como las que los he visto haciendo deporte. No sé por qué pero es raro verlos haciendo footing. Supongo que serán costumbres.

El caso es que uno de los días que vi a un latino leyendo un libro de esos y yo me hallaba en buena posición para captarlo hice una foto con el móvil -por cierto, maldito flash automático- con el objeto de ilustrarte y que, sin quererlo, es bastante demostrativa de lo que te vengo contando.
Y es demostrativa porque en la foto se ve al chico con el libro y los auriculares conectados a su móvil o mp3. Justo enfrente se ve a un viajero que va leyendo un libro electrónico (aunque a lo mejor es la Biblia en formato mobi...) y al lado una chica sudamericana echando una siesta métrica.

Y juro que la foto no estaba preparada.

miércoles, 4 de julio de 2012

Crisis en el deporte español

Cuando pensábamos que estábamos viviendo la edad de oro de nuestro deporte, rápidamente las noticias nos devuelven a la realidad.

martes, 3 de julio de 2012

Cartas desde Madrid. Aparcando aún peor en Madrid

Querida prima Cecilia:

Como te he dicho en anteriores ocasiones, en Madrid los motoristas aparcan las motos donde les salen de las narices.
Aquí vemos un típico caso

Ya es molesto para alguien que simplemente vaya caminando despacio, pero imagínate que vas con otra persona. Te obliga a pasar uno primero y otro después. Ahora ponte en el caso de que lleves bolsas de la compra o una maleta. Es mucho más molesto. Entonces supón que llevas un carricoche. Te impide el paso. Llévalo más lejos e intenta imaginar que llevas una silla de ruedas. Directamente te cagas en su puta madre.

Pero si miras un poco más arriba. Justo en la acera haciendo esquina puedes ver claramente una moto aún más grande mal aparcada y el conductor es el que está junto a ella.

En esta ocasión la jeta del que aparcó mal la primera moto era tan exagerada que alguien le había dejado una nota.
En la parte final de la nota, suponiendo el fenotipo cívico del personaje se le pide que tire la nota a la papelera y no al suelo.
Si tuviese que apostar diría que la tiró al suelo y en el siguiente sitio donde aparcó lo hizo igual.

Yo propondría un cambio en la legislación: Si te encuentras una moto o un coche en medio de la acera existe todo el derecho a rayarlo, pincharlo, escupirlo, apartarlo bruscamente o, como en el derecho del mar cuando se refiere a los buques abandonados y a la deriva, tomar su posesión y hacerlo tuyo.

lunes, 2 de julio de 2012

Madrid. Más transporte público

Sé que me repito.
Pero esta es la típica forma de sentarse en los autobuses que tienen las personas que viven en Madrid.
Puede parecer por comodidad. Es por puro egoísmo.
Si somos así en periodos de paz ¿cómo seremos en tiempos de guerra?

domingo, 1 de julio de 2012

Madrid arquitectónico (II)

Querida prima Cecilia.

Cuando llegamos a Madrid, todos tenemos una serie de imágenes preconcebidas de lo que va a ser su arquitectura. Podrían ser estas:

- La unión de Gran Vía con la calle de Alcalá

El Palacio Real:

El edificio de Correos:

O la Plaza Mayor:


Pero en mi opinión, la verdadera arquitectura de Madrid tiene mucho más que ver con esto: