jueves, 5 de abril de 2018

Protección

Mediante una aplicación móvil contacto con Chris de Houston, Texas para pagarle un precio que libremente acordamos por un producto que vende.
Yo cumplo con mi parte del trato y le pago a Chris. A su vez Chris cumple con su parte del trato y me envía el producto tal y como habíamos acordado.
El producto sale de Houston. Lo envía el 2 de marzo. El día 3 está en el siguiente nodo. El 4 en el siguiente. El 5 de marzo llega a Chicago y parte hacia España. El día 5 las aduanas españolas paran el paquete. El día 8 sigue en tramitación aduanera. El día 9 me piden la documentación. Se la envío online. El día 12 confirman la recepción. El día 13 me aceptan el presupuesto y les envío el pago del secuestro. El día 15 confirman que han recibido el rescate. El día 21 finalizan la tramitación aduanera. El día 22 lo clasifican. El día 4 de abril aparece en reparto. El día 5 de abril sigue apareciendo en reparto.

El precio que he tenido que pagar por las aduanas es casi el 40% de lo que me había costado el producto más el transporte (casi el 50% del producto sin el transporte). A este hay que añadirle el tiempo que he necesitado para gestionarlo y las cuatro semanas que se han tomado para gestionar un paquete de menos de 4 kilos.

Entiendo que le tengo que pagar a Chris el producto que me envía y que libremente elijo si me interesa o no por el precio que pide.
Entiendo que le tengo que pagar a la agencia de transporte por recoger el paquete y entregármelo.
Incluso, siendo generoso puedo entender la existencia de unas aduanas que controlen que lo que traigo al Reino de España no sean bombas, armas, veneno, animales protegidos, bienes fuera del comercio o que cumplan las normas fitosanitarias.

Lo que no entiendo es que yo tenga que pagar ese precio salvaje por nada. 
¿Qué está protegiendo exactamente la Aduana? Entiendo que si yo compro algo en un país extranjero es porque aquí no lo tengo igual. Puede ser porque me resulta más barato. O porque es mejor. O porque es diferente. O porque aquí no lo hay. O porque el de aquí no me gusta. O porque me da la gana. O una mezcla de todas las anteriores o de otras.

La idea de pagar un recargo por un producto o bien comprado fuera de la zona de protección de las aduanas es para proteger lo producido dentro de esa zona. 
Pero yo no entiendo por qué.
Si yo adquiero algo fuera significa con bastante seguridad que lo que hay aquí, si es que lo hubiese, no cumple tan bien con mis necesidades como lo adquirido en el exterior.
Si la Administración te recarga la adquisición exterior lo que hace es subirte el listón para que te sea más difícil comprar. Pero con eso lo que hace es asegurar que eso mismo que se produce aquí nunca llegue a ser tan competitivo, o bueno, o deseable como lo que se hace fuera.

A mí me gusta lo que vende Chris. Si mi vecino Pepe hiciese un producto similar a un precio similar se lo compraría a él. Pero si mi vecino Pepe fabrica una cosa que no es competitiva no creo que protegiéndole le estemos haciendo un favor a nadie.