miércoles, 24 de marzo de 2010

Imbéciles

He visto el vídeo de lo que le ha pasado al rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa, y me he quedado estupefacto.
No he encontrado el vídeo, así que pongo un enlace a la Web de Elmundo.es
Parece ser que los colegiales se manifestaban no quieren que los colegios mayores sean mixtos y denuncian el "deterioro" de las instalaciones en las que viven.
A mí me parece algo normal, saludable y que toda la vida ha sucedido en la Universidad.
Lo que ya no entiendo es lo que veo en el vídeo. Los alumnos y alumnas acosan al rector (al RECTOR) de su Universidad al grito de "dimisión". Y enseguida comienzan a oírse gritos llamándole "hijo de puta", "ladrón" y "fascista" (es gracioso que siempre los más fascistas sean los que llaman fascistas a los demás).
A continuación, y entre silbidos e insultos, lo empiezan a escupir.
Después no dejan que el vehículo en el que se encuentra se vaya.
El rector, sale del coche y con un tono bastante tranquilo, dada la situación, intenta conversar con el que parece el cabecilla del grupo de acosadores.
Y eso es lo que más perplejo me deja. El portavocillo, que en vez de disculparse e irse de allí avergonzado, se queda allí a discutir con Berzosa. Lo insólito es que aunque el rector trata a semejante tipo de usted, el  paleto ese le tutea, no se disculpa y encima le exige que se reúna con ellos. ¿Para qué? ¿Quieren a apalearle? ¿Mearle encima?
Al final, en la cumbre de lo absurdo, el gallito ese le pide a un colaborador del rector que le dé un número de teléfono. "Déjame un teléfono". Y lo hace con toda la cara del mundo.
A mí me enseñaron que a las personas no se las escupe, ni se les empuja, ni se las amenaza, ni se les insulta.
Que si esas personas son mayores, no me las han presentado y/o tienen un cargo de cierta relevancia, o me dan ese tratamiento, se las trata de usted.

La reflexión que me hago es que tengo asumido que hoy en día hay un montón de chavales de esos que llaman NI-NI. Pero lo que no sabía es que los universitarios se diferenciasen tan poco de ellos.