domingo, 17 de enero de 2010

CTRL + S


Si el fin de mundo nos sorprendiese trabajando con el ordenador, lo que haríamos rápidamente por instinto sería ir a Archivo y Guardar.

Fútbol, música y crítica

Ayer, el Real Madrid perdió con el Athletic de Bilbao en San Mamés por 1-0.
Es algo que entra dentro de lo normal.
Leo una crítica en elmundo.es y me quedo estupefacto.
El crítico discute al presidente del Real Madrid, llama beduino al director deportivo, cobarde al entrenador, patética la actuación del Madrid. Llama fantasma a Raúl, momia a Guti y discute a Casillas.
Pero además también se mete con el Bilbao. Dice que es un equipo mediocre, llama macarra, violento y hortera a su entrenador. Además dice que tiene una enfermedad patológica y es un obseso. De un jugador dice que es "patológicamente hortera", a otro lo llama también macarra...
Y estamos hablando de una crítica bastante corta. De hecho creo que dice poco más que insultar.

Si nos fijamos en la crítica nos damos cuenta que no está bien escrita. Tiene varios errores.
Unos de redacción. Como abusar de los términos "patológica" y "freudiano".
Incluso fallos en la escritura: "freudianana".

Quizás el crítico estuviese borracho o muy cabreado.
Creo, sin embargo, que escribe como se escribe en la prensa en internet: demasiado deprisa.

A mí este tipo de críticas forofas no me gustan. Pero no porque yo sea muy correcto. Sino porque no me aportan nada de información. De hecho estoy seguro de que este tío cuando el Madrid ganó varios partidos seguidos estaba muchísimo más comedido. Y lo mismo hará cuando los vuelva a ganar de nuevo.

Sé que no todo el mundo puede ser Santiago Segurola, pero, ¿hay que escribir así para hacer prensa deportiva? ¿por qué lo hace?

Bueno, pues el que firma la crítica no es otro que Julián Ruiz, que también es crítico musical. ¿Coincidencia?
Yo creo que no.

He leído crítica musical bastante dura, generalmente hecha por aficionados que tienen acceso a escribir en revistas musicales. Generalmente no es una prensa tan agresiva como la deportiva, aunque sí bastante dura y en demasiadas ocasiones injusta.

Aunque para mí un problema de la crítica musical, aparte de la falta de criterio y cultura de muchos de sus autores, es el snobismo. Por ejemplo, si un artista vende muchos discos, hay un tipo de revistas que los van a criticar aunque el disco sea una maravilla y viceversa. Si el grupo canta en español. Si no se hace música de temporada...

La cosa que más me sorprende es que, como todo el mundo puede hacer crítica musical -antes estaban los fanzines y ahora internet-, cada crítico quiere inventarse un estilo musical. Así que donde antes había, por ejemplo, música heavy ahora hay Metal clásico, Death Metal, Speed Metal, Trash Metal, Heavy Gótico, Dumb Metal, Punk metal, Black Metal...
Y en otras variantes te puedes encontrar etiquetas nuevas que no sabes bien lo que son y que para cada cual significan una cosa distinta -Crossover, Revival, Blues Rápido, Punk-Folk, EMO, AOR- o que son las mismas cosas llamadas de una manera distinta.

Me recuerda mucho a las revistas de moda. En este caso, como la moda es cíclica y ya está todo inventado, lo que hacen es renombrar. Por ejemplo, a lo que toda la vida se llamó tela vaquera, ahora se llama Denim. Siempre hemos dicho ropa informal o sport. Ahora mola más decir casual. Antes se decía fondo de armario. Ahora se dice "un básico". Antes elegancia. Ahora "glamour". Antes decíamos chica de moda. Ahora hay que decir IT-Girl. La camiseta clásica, ahora se llama T-Shirt. Y una camiseta de tirantes finos resulta que es un top. El estilo hippie, ahora es Soho. Lo clásico, se llama vintage. El color carne se llama nude. Antes una prenda era necesaria. Ahora es un "must".