sábado, 25 de octubre de 2008

Capital cultural

En los dos últimos días he recibido varios mails para que votase a la candidatura de Oviedo, Avilés y Gijón como capital cultural europea de 2016.
Más de la mitad de esos mails me los han enviado personas que están fuera de Asturias por motivos laborales.
Como un buen gilipollas he votado.
Podría hablar de lo estúpidas que son esas votaciones por correo electrónico. Pero lo que más me llama la atención es que los exiliados aún mantengamos el apoyo a un sistema que fue el que nos botó de Asturias.
Si finalmente Asturias fuese elegida para la chorrada esa de la capital cultural los beneficios de ese nombramiento serían para los de siempre: enchufados, hijos de, politiquillos y demás mierda.
Ese tipo de gente que trabaja en la Fundación Príncipe de Asturias, en la Caja de Ahorros, en el Puerto de Gijón o en el de Avilés por recomendación, en los Ayuntamientos por elección digital, etc...
Los que tienen un piso comprado por sus padres, un trabajo público dado por sus padres y una vida regalada por sus padres.

Estaríamos haciendo aún más ricos a los que nos han echado de allí.