domingo, 22 de julio de 2007

Veranos perdidos


Aprovechando que tenía el régimen de visitas para ese fin de semana, papá tontolaba se llevó a su hijo de diez años a correr los sanfermines.
El año que viene, cuando el niño tenga once, le montará un botellón.
El siguiente, cuando ya haya cumplido los doce, se lo llevará de putas. Como debe ser.

Al parecer, como el ayuntamiento le metió una multa de cien euros por zoquete, en Madrid, una asociación protaurina, le dio ayer un homenaje con placa y todo. Para que sepa que no está sólo.