Hoy he sido testigo del enésimo caso de acoso moral hacia una persona amiga mía y no he hecho nada.
Y ahora me siento como la mierda.
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Ese comentario me recuerda a los de las películas del tipo: "¡¡Dios mío, aquello era un infierno. Todo el edificio estaba en llamas y no pude salvar al gatito que estaba en la azotea!!". Si a esa persona amiga tuya la acosan en el trabajo, que empiece a buscar trabajo en otro sitio de manera inmediata. Si a esa persona la acosan en el ámbito familiar que se busque un experto en derecho de familia. Si esa persona es acosada por su grupo de amistades que los mande a la mierda. Como sé que todo esto es muy fácil escribirlo y más aun decirlo, si esa persona amiga tuya realiza estas acciones necesitará el apoyo de una persona en la que pueda confiar y a la que pueda darle la tabarra expresándole sus sentimientos una y otra vez, y necesitará de alguien con quien pueda llorar y soporte sus llantos y lamentos y la anime una y mil veces acerca de las decisiones tomadas. Es entonces, en mi modesta opinión (que no consejo), cuando los amigos deben dar un paso al frente.
Muchos dicen que muerto el perro sa acabó la rabia. Yo pienso que muerto el virus de la rabia se acabó la rabia. El acosador moral es una persona llena de complejos, cobarde, envidiosa. Un muerto de miedo que se siente acosado por alguien que brilla más, al que ve como un competidor al que no puede superar. Por lo que lo fácil es, en este caso, no acabar con ellos -evidentemente- si no acabar con sus actitudes odiosas. Yo pude contribuir a hacerlo y no lo hice porque no supe reaccionar o bien porque pensé que la situación estaba controlada. Es como tocar en un grupo. Sabes que no vas a ningún sitio al que lo demás creen que vas. Sabes que lo que te importa es el viaje. El intentarlo. El hacerlo. Crear y no criticar. Tocar y no mirar. Subirse a escenarios donde eres muy vulnerable pero es el camino que crees que debes seguir, el que te lleva a la persona que debes de ser. No sé explicarlo. Y además sé que es muy cursi, pero créeme que casi siempre vale más actuar por algo justo aunque salgas con heridas que no hacer nada, porque para eso es mejor no haber nacido. Tú podías haber leído este post y no escribir nada y has optado por hacerlo. Pensaste -correctamente- que haciéndolo yo me sentiría mejor. Así que estás tomando parte. Estás siendo valiente cosa que yo no fui.
Muchísimas gracias por tu comprensión. Y por escribir.
2 comentarios:
Ese comentario me recuerda a los de las películas del tipo: "¡¡Dios mío, aquello era un infierno. Todo el edificio estaba en llamas y no pude salvar al gatito que estaba en la azotea!!". Si a esa persona amiga tuya la acosan en el trabajo, que empiece a buscar trabajo en otro sitio de manera inmediata. Si a esa persona la acosan en el ámbito familiar que se busque un experto en derecho de familia. Si esa persona es acosada por su grupo de amistades que los mande a la mierda. Como sé que todo esto es muy fácil escribirlo y más aun decirlo, si esa persona amiga tuya realiza estas acciones necesitará el apoyo de una persona en la que pueda confiar y a la que pueda darle la tabarra expresándole sus sentimientos una y otra vez, y necesitará de alguien con quien pueda llorar y soporte sus llantos y lamentos y la anime una y mil veces acerca de las decisiones tomadas. Es entonces, en mi modesta opinión (que no consejo), cuando los amigos deben dar un paso al frente.
Muchos dicen que muerto el perro sa acabó la rabia. Yo pienso que muerto el virus de la rabia se acabó la rabia.
El acosador moral es una persona llena de complejos, cobarde, envidiosa. Un muerto de miedo que se siente acosado por alguien que brilla más, al que ve como un competidor al que no puede superar.
Por lo que lo fácil es, en este caso, no acabar con ellos -evidentemente- si no acabar con sus actitudes odiosas.
Yo pude contribuir a hacerlo y no lo hice porque no supe reaccionar o bien porque pensé que la situación estaba controlada.
Es como tocar en un grupo. Sabes que no vas a ningún sitio al que lo demás creen que vas. Sabes que lo que te importa es el viaje. El intentarlo. El hacerlo. Crear y no criticar. Tocar y no mirar. Subirse a escenarios donde eres muy vulnerable pero es el camino que crees que debes seguir, el que te lleva a la persona que debes de ser.
No sé explicarlo. Y además sé que es muy cursi, pero créeme que casi siempre vale más actuar por algo justo aunque salgas con heridas que no hacer nada, porque para eso es mejor no haber nacido.
Tú podías haber leído este post y no escribir nada y has optado por hacerlo. Pensaste -correctamente- que haciéndolo yo me sentiría mejor. Así que estás tomando parte. Estás siendo valiente cosa que yo no fui.
Muchísimas gracias por tu comprensión. Y por escribir.
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