Si el día que me muera, Dios me llevase a su despacho y me dijese: "Te ha tocado. Enhorabuena. Puedes elegir reencarnarte en quien tú quieras."
Yo elegiría reencarnarme en Álvaro Bárcena.
Cogería una guitarra. Me sentaría en una silla. Y dejaría que mi vida pasase escuchando mi propia voz.
Yo elegiría reencarnarme en Álvaro Bárcena.
Cogería una guitarra. Me sentaría en una silla. Y dejaría que mi vida pasase escuchando mi propia voz.
...pero a mí nunca me toca nada bueno.